En el clásico trabajo de Vannevar Bush As We May Think el visionario investigador del MIT constataba que mientras las publicaciones científicas aumentaban a un ritmo vertiginoso nuestros medios para explorarlas habían quedado anclados en un pasado remoto ajeno a los avances tecnológicos. Zotero es un gestor bibliográfico que haría las delicias del ideólogo del Memex porque permite recopilar referencias de manera fácil y cómoda. La herramienta fue lanzada en 2006 por el Roy Rosenzweig Center for History and New Media y a fecha de hoy siguen siendo completamente gratuita y libre a diferencia de su principal competidor, Mendeley, comprado en 2013 por Elsevier.
Entre las muchas funciones que presenta Zotero destacan las siguientes:
- se puede integrar a navegadores como Mozilla mediante una extensión (otros navegadores requieren Standalone);
- el contenido se sincroniza automáticamente y por tanto puede utilizarse en distintos ordenadores;
- asiste durante el proceso de escritura de artículos mediante la automatización de las citas, las notas a pie de página y la creación de bibliografías en multitud de estilos (APA, MLA, Vancouver, etc.).
Si quieres utilizar Zotero lo primero que debes hacer es crearte una cuenta de usuario. Aunque se puede trabajar en línea accediendo a la cuenta personal, es recomendable bajarse el plug-in para tu navegador; de esta manera cada vez que encuentres una página web interesante clicando sobre el icono que aparece en la barra del navegador podrás incorporarla a tu biblioteca:
Si clicas en el logotipo situado en la parte inferior, el navegador se divide en dos y puedes acceder simultáneamente a la web que estás visitando y al contenido alojado en tu biblioteca:
Zotero ofrece numerosas funcionalidades como clasificar por carpetas, etiquetar documentos, tomar notas y capturas de pantalla, realizar búsquedas, ordenar por vistas (autor, año, título, etc.) e incluso crear una cronología interactiva. Además, es una excelente herramienta para colaborar con otras personas. Por tanto, por un lado, tienes tu biblioteca personal a la que solo tú accedes en privado; por el otro, como si fuera una red social, puedes seguir a otros investigadores y unirte a grupos como el de Humanidades Digitales; o crear uno propio con el objetivo de recopilar, guardar y organizar referencias bibliográficas de manera pública.
Si tienes alguna duda, puedes consultar la documentación o preguntar en los foros. En Internet encontrarás muchos recursos y materiales pero recomiendo especialmente éste adaptado por Paige Morgan para DDH.
En fin, Zotero es mucho más que un gestor bibliográfico: es un remedio contra el olvido y un estímulo para el descubrimiento.